El formato MP3 es usado a diario por millones de personas y
seguramente no todos sabrán que su nombre se debe a una de las
restricciones de Windows -en la época de Windows 3.1- , que no permitía
que los archivos tuvieran extensiones de más de tres caracteres, por
ello decidieron acortar MPEG Audio Layer 3 a MP3
como hoy es popularmente conocido. Ahora el Instituto Fraunhofer, que
gestiona gran parte de las patentes relacionadas con MP3 trabaja en un
nuevo formato que pretende enriquecer la experiencia del usuario. MusicDNA
es en lo que están trabajando desde hace un tiempo, permite
añadir metadatos a los archivos en MP3, no solo para guardar la
información del nombre de la canción, artista o álbum, si no capaz de
relacionar el archivo con una página web o poder enlazarla a la
discográfica completa, así como contener hasta 32 GB de información en
un solo archivo.
En el
Instituto Fraunhofer están muy concienciados en la protección de los
derechos de autor, por lo que este formato traería un valor añadido
a los MP3. MusicDNA estaría presente en el archivo original y al ser
copiado la información contenida en los metadatos desaparecería. No
se trata de un DRM propiamente dicho ya que el archivo se
podría seguir reproduciendo sin problemas en cualquier dispositivo, si
no que busca ofrecer ese valor añadido al usuario y las
discográficas lo ven como una solución a las descargas ilegales. El
padre de MP3 es Karlheinz Brandenburg, junto a su
director de tesis de los años setenta. Ambos comenzaron la investigación
cuyo objetivo era poder transmitir música por las redes, posteriormente
fue impulsado gracias al arranque de la radio digital y fue finalmente
en 1995 cuando llego el MP3. Los ordenadores comenzaron a ser capaces de
reproducir archivos mientras estos eran descomprimidos,
fue el primer paso del reinado de este formato de compresión
de audio que no solo está presente en los ordenadores si no que nos
acompaña en multitud de dispositivos, que van desde reproductores de
música, pasando por smartphones o sistemas de audio de nuestros
vehículos que nos permiten disfrutar de cientos de canciones sin
necesidad de cambiar de CD. Un reinado de este formato
que no hubiera sido posible sin las descargas que millones de usuarios
realizan de este tipo de archivos. El MP3 ofrece archivos hasta
11 veces más pequeños sin pérdida de calidad, hace unos años es
algo que acortaba muchísimo el tiempo que esperábamos entre descargar
una canción y poder escucharla, hoy tan solo se tardan unos segundos en
descargarla e incluso podemos escucharla en vivo. Los
servicios de streaming se han popularizado durante los últimos años, en
el apartado de audio tenemos a LastFM
y ahora a un fuerte Spotify,
así como otra gran cantidad de servicios en la red que nos permiten
escuchar todas las canciones que queramos sin descargarlas. Hoy
en día las discográficas apoyan cada vez más este formato y la
distribución online de las canciones de sus artistas, pero *desde
un primer momento pusieron trabas al MP3 ya que lo veían como un
enemigo, algo de lo que protegerse. Y eso les ha costado perder
una gran oportunidad de negocio, si desde un primer momento hubiesen
apoyado el formato completamente y lo hubieran adoptado como un formato
hoy la descargas de música que ofrecen estarían más avanzadas en cuanto a
servicio sino que seguramente se habrían evitado muchos problemas en la
industria, pero ya se sabe, si hoy en día dentro de esta industria hay
mucha gente recia a avanzar, por aquellos años debían ser mucho más los
que tachasen el MP3 como enemigo que como un algo que les ayudase a
hacer crecer su negocio. Afortunadamente hoy en día las cosas
están cambiando poco a poco y las discográficas van viendo con buenos
ojos la evolución tecnología y están dejando de lado un modelo de
negocio obsoleto, aunque todavía hay
quienes no quieren entenderlo por más cabezoneria que otra cosa y
pese a estos, el futuro de la música promete ser maravillo para artistas
y para los consumidores. Via: Público
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